Cuando hablamos de SEO nos vamos directamente a Google, es algo que suele ocurrir bastante pero que no deja de ser un error. El SEO afecta a nuestra visibilidad y por ende a la posición que ocuparemos dentro de los resultados que muestre Google cuando un usuario haya buscado lo que nosotros ofertamos. Si afecta a nuestra visibilidad y al lugar en el que Google nos muestra a nuestro posibles clientes…debería preocuparnos ¿verdad?

Desde hace tiempo Google no sólo tiene en cuenta la web para darnos mayor o menos visibilidad, ahora las redes sociales juegan un papel vital en toda esta partida. Instagram es quizás la que más peso tenga en tanto en cuanto exige un contenido cuidado, preciso y medido…pero también una inversión en ADS ya que la visibilidad orgánica es cada día menor.

Instagram tiene su propio algoritmo y éste entra en relación con el SEO de Google para mostrarnos más o menos.

Si queremos que el algoritmo sea nuestro amigo y que ésto afecte directa y positivamente al SEO podemos detectar ciertas claves que deberemos cuidar:

• Aumenta tus visitantes, tus conversaciones y el engagement: Ya os lo comentaba en otro artículo que estos elementos son cruciales para el algoritmo de IG, pues bien…ahora también para el de Google. Si somos capaces de atraer visitantes (con buen contenido y ads), potenciamos nuestras conversaciones con textos atractivos y terminando con un Call To Action y generamos una experiencia global que haga que los usuarios se vuelquen con nosotros…entonces estaremos dando un paso de gigante en todo esto. Si mantenemos dos publicaciones a la semana, no cuidamos el contenido, nos dedicamos a vender de una manera indiscriminada y a bombardear a los usuarios con publicidad…entonces podemos ir olvidándonos del SEO.
• Hashtags: En mi conferencia «Instagram sin secretos» ya comenté la importancia de usar los hashtags adecuados y, sobre todo, de ir cambiándolos. IG nos permite hasta 30 pero lo ideal sería quedarnos en 13/15. Podemos usar apps como Top-Tags para tener una idea aproximada de cuales son los más idóneos.
• Cuidar nuestro perfil: Nada peor que entrar en el perfil de alguien o de una empresa y no ver nada, hay que mimar nuestra bio porque es nuestra tarjeta de visita y tiene una importancia tanto para el algoritmo de IG como para el SEO como para el visitante que llega a ella. En la bio podemos incluir un hashtag, palabras clave de nuestro negocio e incluso incluir emojis para darle, visualmente, un toque cool.
• Contenidos estudiados: Y con esto me refiero a tener muy claro qué vamos a publicar y para qué. Contenidos a lo tonto no sirven de nada y restan mucha credibilidad. Si una foto no transmite nada y no tiene una intencionalidad es mejor no publicarla.
• Variar el contenido: Ahora mismo tenemos apps para crear stories mega chulas, diseñar imágenes muy visuales, hacer vídeos sencillos con una edición que parece profesional…no tenemos excusa para seguir publicando los mismos contenidos pobres de siempre. Esta originalidad cuenta para el algoritmo…y mucho.
• Abandonar definitivamente nuestra zona de confort: Si tener un perfil de IG de diez conlleva tener que dedicarle tiempo a nuestros contenidos y otro tanto a responder comentarios e interactuar…pues nos fastidiamos y lo hacemos, porque lo contrario conduce al abismo. Si no queremos ponerle amor a esto y queremos hacer publicaciones al tun-tun que no transmitan nada y que nos hayan costado 10 minutos de nuestro tiempo luego no vayáis a charlas y lloréis por las esquinas porque amigos, amigas…la culpa es sólo vuestra. Esto requiere tiempo y cariño, si falla uno de estos elementos…bye bye.

Y vosotros ¿le ponéis cariño a vuestro Instagram?