Escribo este post con ganas de gritar, pero al mismo tiempo con una sonrisa. Me explico. Ayer como sabéis estuve en el Colegio Santa María hablando sobre redes sociales. A las 3 me encontraba con los alumnos/as, casi 130 chavales (todos ellos estupendos) con ganas de aprender y pasar un rato ameno. Me aguantaron durante 1 hora, eso sí, mostrándose súper participativos, preguntando cosas, aportando opiniones muy valiosas. En resumen, disfruté como un enano viendo cómo chavales de 15 años se mostraban interesados en conocer más sobre el universo de las redes sociales, y sobre todo, queriendo saber las claves para gestionar bien una presencia on line y que eso les pudiera ayudar cuando aspiren a un puesto de trabajo. De verdad que pasé un rato de lo más divertido.
A las 6 iba a hablar delante de los padres de esos alumnos. Me acordé mucho de profesionales del sector como Juan Merodio, Julian Corrales, Ariana Francés y otros muchos con los que suelo hablar de la situación en la que están las redes sociales en España. Ayer, una vez más, pude ver cómo a la gente le importa tres pepinos (por no decir otra cosa) este tema. No sólo tenemos que aguantar que las empresas nos vean como vende humos, que nos digan a la cara que nuestra labor no se va a traducir en clientes y que nos enseñen la puerta a la primera de cambio, sino que además, desde el colegio citan a los padres de 3 cursos (casi 150 alumnos) y a la charla van 7 padres. Y uno de ellos a los 5 minutos se levanta y se va. No sólo nos importan poco las redes sociales y el mundo on line, si no que le damos tan poca importancia que para qué voy a ir a una charla donde me van a hablar de los peligros a los que están expuestos mis hijos, o donde me van a decir cómo puedo gestionarlo mejor o cómo usar las redes sociales para potenciar mi imagen o diferenciarme.
Me parece bochornoso que pase esto en España, se nos debería caer la cara de vergüenza viendo cómo están en Europa y en EEUU y cómo estamos aquí. Lo de ayer era para que hubieran venido 70 padres deseosos de conocer más del tema y saber cómo pueden «controlarlo», pero como aquí nadie le da importancia a las redes sociales…pues para qué. He de decir, porque es de justicia, que los 7 que acudieron a la cita se mostraron muy interesados, muy conscientes del peligro que puede representar para sus hijos si no lo manejan bien, y hubo padres que estaban hasta libreta en mano cogiendo notas. Olé por estos padres y madres, porque de verdad es una alegría ver cómo la gente quiere aprender, quiere saber cómo proteger a sus hijos y desea indagar más en un universo que cada día más se nos va de las manos. Hubo muchas preguntas, todas ellas muy interesantes, y quiero pensar que se fueron contentos y satisfechos. Les di una tarjeta mía a todos/as, y les dije que se sintieran libres de contactar conmigo para todo aquello que necesitaran, porque a mi no me cuesta nada y a ellos/as les ayudo en un tema que no todo el mundo conoce.
Me quedo con los chavales, cerca de 130 alumnos/as, que estaban encantados aprendiendo todo el alcance que se logra con redes sociales, los cuidados que hay que tener, cómo puede beneficiarme una buena presencia on line cuando quiera acceder al panorama profesional…me pareció genial que chicos y chicas de 15 años muestren interés en algo que aún tienen lejano, pero que será crucial cuando tengan 22 años y quieran empezar a hacer prácticas y a hacerse un nombre en un sector profesional u otro. A todos ellos y ellas, mi más sincero agradecimiento por contribuir a una charla inolvidable. Y a los 7 padres/madres que acudieron ayer, igual, mil gracias por acudir con el deseo de aprender, y repito, quedo a vuestra disposición.
Besos y abrazos