Ambiente hostil: Ahí te quedas majete

No suelo llevarme una buena impresión de las primeras reuniones con futuros clientes, donde todos nadan en un mar de dudas, desconfianzas, etc. No me parece el clima adecuado. Es cierto que por los tiempos que corren uno tiene que estar alerta las 24 horas del día, porque creemos que a la más mínima nos van a colar algún gol…pero esto empieza a ser demasiado. Una reunión donde la gente tiene miedo, no mola. Lo de ir con el freno de mano echado, nunca lo he entendido. Tú puedes jugar tus cartas y la gente que tienes delante jugará las suyas, pero un clima de desconfianza, de preguntas trampa, de falta de claridad…no va a llevar a nada bueno.

Conforme pasan los años yo tengo más claro que la claridad, la transparencia y la confianza son básicas en toda relación laboral. Ya sea una entrevista de trabajo o una negociación entre partners. Si una empresa me habla de un puesto de trabajo, y luego veo que no se corresponde a la realidad…me voy a cabrear, me sentiré engañado y me iré. Y si no puedo irme, mi nivel de motivación será -350. En una negociación, o principio de acuerdo, una mentira puede tirar por la borda una oportunidad de éxito.

Cuando delante nuestro tenemos un ambiente hostil, se puede deber a:

– Nuestra presencia no es bien recibida, seguramente porque ya había alguien que habría recomendado a otra empresa pero que se ha tenido que aguantar y tenernos ahí…

– Porque alguien ya no se vaya a llevar la comisión pactada con un “amiguete”.

– Porque exista la creencia de que ahí vamos a mandar nosotros y el resto son ceros a la izquierda.

– Porque piensen que vamos a regar nuestro jardín, el del vecino, el del otro lado…que estaremos en todos los jardines vaya.

O simplemente puede ser porque sean así de simpáticos, en cuyo caso me pensaría muy mucho firmar un acuerdo con ellos. Soy un firme defensor del buen clima y de las buenas relaciones, porque creo que son las que tienen más ratio de éxito. De las otras uno se cansa pronto y tiende a mandarlo todo a hacer gárgaras…paciencia 0.

Me enorgullezco de poder decir que todos nuestros clientes confían plenamente en nuestra manera de hacer las cosas. Aportan ideas, preguntan, exigen resultados…pero no te dicen cómo tienes que hacer tu trabajo…

No soporto las llamadas a las 8 de la tarde, cuando estoy jugando con mi hijo, con un tono recriminatorio o poco amable…el hecho de que coja el teléfono a esas horas ya es una señal de cordialidad, si esperas que atienda la llamada para aguantar tu humor…vas listo. He tenido llamadas desagradables a las 8 donde me he tenido que morder la lengua; pero también las he tenido súper cordiales, de estar media hora al teléfono y encantado de la vida.

En resumen, una relación cordial, de confianza, respeto y lealtad es la base de cualquier relación profesional. Y cualquier cosa que se salga de ahí llevará de manera inmediata a un ambiente enrarecido donde ya no fluirá todo tan bien como antes, y eso, tarde o temprano, deriva en malos resultados.

Debería ser más fácil, pero la gente se empeña en hacer las cosas difíciles…y así nos luce el pelo.

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